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La Vitamina E en la enfermedad de Alzheimer

  • por

Dra Analía M. Furio
Laboratorio de Neurociencia. Departamento Fisiología. Facultad de Medicina. UBA

Introducción

La EA es un desorden neurodegenerativo asociado a la edad avanzada y caracterizado por la pérdida progresiva de la memoria y deterioro cognitivo.

La examinación patológica de cerebros pertenecientes a pacientes con EA revelan: atrofia generalizada, placas neuríticas y ovillos de neruro-filamentos.

Muchas líneas de evidencia sugieren que el stress oxidativo es importante en la patogénesis de la EA .

En particular el beta Amiloide (B-A) que hallado en forma abundante en los pacientes con ésta enfermedad es tóxico en cultivos de células neuronales a través de un mecanismo que involucra la producción de radicales libres. En forma adicional, tal vez otros procesos también sean inducidos por el B-A como por ejemplo: la activación de células de la microglía rodeando a las placas neuríticas(1)

Últimamente existen diversas hipótesis por las cuales se supone que los diversos mecanismos relacionados con el B-A en la patogénesis de la EA convergen en una vía final común que es la producción de radicales libres. (2)

Estudios epidemiológicos sugieren que existen diferentes agentes que pueden prevenir el de-sarrollo de la enfermedad o detener el deterioro pro-vocado por la misma. Estos agentes incluyen:vit E, selegilina (agente inhibidor de la monoaminoxidasa B), estrógenos y drogas antinflamatorias. Si bien estas drogas presentan diversas estructuras y mecanismos de acción diferentes, presentan una propiedad en común que es la protección contra los radicales libres.

Daño oxidativo en el cerebro

El sistema nervioso central es parti-cularmente vulnerable a la peroxidación de lípidos por el alto contenido de estos y la alta proporción de ácidos grasos polinsaturados.(3) En los pacientes con EA la concentración de malondialdehído, que es una medida de peroxidación lipídica, se encuentra elevada (4,5). La peroxidación de lípidos puede promover la formación de especies reactivas de oxígeno y daño en el ADN.

Las neuronas en particular son sitios de daño extensivo no sólo por especies reactivas de oxígeno sino también por especies reactivas de nitrógeno.

Uso de la vitamina E

Recientemente se ha concluido un trabajo clínico multicéntrico que consiste en la administración de Vit E y selegilina a pacientes con EA moderada.

El objetivo de este estudio fue determinar si tanto la vit E como la selegilina podrían dismimuir el deterioro funcional de estos pacientes.

Se estudiaron un total de 341 pacientes a los cuales se le administraron 2000 UI de vit E y selegilina 10 mg/dl tanto en forma individual como ambos tratamientos combinados.

Los factores a tener en cuenta fueron: la institucionalización del paciente y la pérdida de las actividades básicas de la vida diaria.

En ambos parámetros se obtuvieron resultados beneficiosos en forma significativa. El grado de significación en fue: en aquellos pacientes que recibieron sólo Vit E (p< 0.001), sólo selegilina (p<0.01), y tratamiento combinado (p<0.05).

Estos resultados sugieren que el tratamiento con vit E retrasa el deterioro cognitivo y la progresión de la enfermedad.

Dosis de Vitamina E

La concentración normal en plasma de vit E es de 11,6 a 30.8 umol/L (6).

Teniendo en cuenta la posibilidad de que la vit E puede ser beneficiosa para la prevención o disminución de los mecanismos fisiopatológicos que llevan al desarrollo de la EA, es crítico resolver cual es la dosis óptima requerida para este propósito. En algunos estudios clínicos en los cuales se utilizaron dosis elevadas (entre 3000 y 3200 UI) fueron observadas complicaciones gastrointestinales tales como: indigestión, distress gástrico y diarrea persistente.

Fue demostrado en trabajos de expe-rimentación con animales, que suplementos dietarios de vitE incrementan la concentración cerebral de la misma entre un 30-60% de la concentración observada en el plasma (7-8).

Extrapolando estos resultados al ser humano, una dosis de 2000 UI de vit E aumentan un 50% la concentración cerebral de la misma.

Con estos datos y teniendo en cuenta el estudio clínico antes mencionado, es un valor suficiente para obtener su efecto neuroprotector sin que provoque ningún tipo de complicación.

Referencias

1. Katzman R, Kawas C, The epidemiology of dementia and Alzheimer disesse. New York: Raven Press, 1994:105-19
2. Jackson GR,Werrbach-Perez K, Pan Z, Sampath D, Perez-Polo JR. Neurotrophinregulation of energy homeostasisin the central nervous system.Dev Neuroci 1994,16:285-90.
3. HalliwelB, Gutteridge J. Oxigen radicals and the nervous system. Trends Neuroci 1985,8:22-6
4. Balazs L, Leon M. Evidence of an oxidative challenge in the Alzheimer’s brain. Neurochem Res 1994,19:1131-7.
5. Palmer AM, Burns MA Selective increase in lipid peroxidacion in the inferior temporal cortex in Alzheimer’ disease. Brain Res 1994,645:338-42
6. Meydani M, VitaminE, Lancet 1995,345:170-5
7. Momji A, Morimoto N, Okuyama I, Yamashita N, TashiroN. Effect of dietary vitamin E on lipofucin accumulation with age in the rat brain. Brain Res 1994,634:62-8.
8. Vatassery GT, Brin MF, Fahn S, Kayden J, Traber MG. Effect of high doses of dietary vitamin E on the concentrations of vitamin E in several brain regions, plasma, liver, and adipose tissue of rats. J Neurochem 1988,51:621-3

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